El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó durante la clausura del foro de reactivación económica que un «pacto social» debería acompañar la disminución de la tasa del impuesto de renta corporativa por debajo del 30% para mantener el gasto social y disminuir la desigualdad. Según Gustavo Petro, esta reducción es fundamental para la reactivación económica y la calificó como «más radical» que la postura del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
En este momento la tasa de renta corporativa en Colombia es del 35%, la más alta entre los países de la OCDE, establecida en la Ley 2277 de 2022. El ministro Bonilla ha propuesto reducir esta tasa gradualmente hasta el 30%, advirtiendo que por cada punto porcentual de reducción, el Estado dejaría de recaudar $2 billones, lo que implicaría una pérdida de más de $10 billones si se redujera por debajo del 30%.
Ahora, la discusión dentro del Gobierno se centra en cómo compensar la disminución del recaudo si se implementa esta medida. Según Bonilla, el IVA y el umbral de declarantes de personas naturales no serán afectados, lo cual restringe las posibilidades de ajuste fiscal en el Impuesto de renta corporativa.
El presidente colombiano sugirió volver a colocar impuestos a las empresas del sector minero-energético, particularmente al petróleo y carbón, para compensar esa disminución en los ingresos fiscales. Esta propuesta aún está siendo evaluada por el Gobierno, y se espera que sea parte de la próxima reforma tributaria que busca recaudar $12 billones.
Juan Alberto Londoño, exministro de Hacienda, se mostró a favor de esta medida, pero hizo hincapié en que con las finanzas públicas actuales, “resulta casi imposible una mayor reducción en el corto plazo. Más aún cuando el Presidente ha mencionado que no ampliará la base de renta de las personas naturales ni tocará el IVA, con lo cual una reducción adicional de ingresos de la Nación no se ve viable”.