El banco Wells Fargo despidió recientemente a una decena de empleados en Estados Unidos por «simulación de actividad en el teclado del ordenador«, un ejemplo de la voluntad de algunas empresas obsesionadas con la productividad de descubrir trampas en la era del teletrabajo.
Algunas firmas persiguen incluso las técnicas que permiten simular que se está trabajando y utilizan para eso instrumentos sofisticados de «tattleware» o software de vigilancia.
Estas herramientas, cuya demanda explotó desde la pandemia, se instalan en los ordenadores de las empresas y controlan la productividad de los empleados, mediante vigilancia de su puesto de trabajo, de la actividad del teclado, o incluso a través de la localización por GPS.
Una empresa de marketing con sede en Florida habría así instalado en sus computadoras un programa que toma capturas de pantalla cada 10 minutos para vigilar la actividad de sus trabajadores, según la revista Harvard Business Review.
Algunos empleados, que buscan eludir estos dispositivos delatores apelan a otras herramientas, que simulan por ejemplo el movimiento del ratón e impiden a la computadora ponerse en vigilia. El objetivo: aparecer como en actividad a ojos de sus jefes aunque puedan estar, por ejemplo, en asuntos no vinculados a su trabajo.