El Banco de Alimentos Panamá (BAP) se complace en anunciar la apertura de su nueva sede en Divisa, una oportunidad que permitirá a la organización seguir creciendo y alimentando a más panameños cada día. Esta nueva sede estratégicamente ubicada en Divisa permitirá al BAP atender a más comunidades en las provincias de Azuero, Coclé, Veraguas y Chiriquí, ampliando así su red de beneficiarios y donantes locales.
“Estamos muy entusiasmados con la apertura de nuestra nueva sede en Divisa. Esta expansión nos permitirá fortalecer nuestra labor de apoyo a las comunidades más vulnerables de Panamá, garantizando que más personas tengan acceso a alimentos de calidad”, mencionó la Gerente General del Banco de Alimentos Panamá, Ana Isabel Méndez.
Con un total de 84 Organizaciones Beneficiarias que actuarán como puente entre el BAP y las comunidades de las zonas, se asegura que más personas reciban alimentos y esperanza a través de este proyecto de expansión. El Banco de Alimentos Panamá agradece el apoyo constante de donantes, voluntarios y colaboradores que han hecho posible esta nueva sede en Divisa y que contribuyen a la misión de combatir el hambre y la malnutrición en el país.
“Fomentar la solidaridad y la colaboración en nuestro país es fundamental para construir una sociedad más justa. Con la apertura de nuestra sede en Divisa, estamos dando un paso importante para seguir alimentando a más panameños cada día y llevando esperanza a quienes más lo necesitan”, destacó el presidente de la Junta Directiva del Banco de Alimentos Panamá, Fernando Motta.
En el Banco de Alimentos Panamá, estamos comprometidos con la lucha contra el hambre y la desnutrición en Panamá, y esta nueva sede en Divisa es un paso más en nuestra misión de construir un país más justo y solidario para todos.
El Banco de Alimentos Panamá ha logrado en 10 años rescatar más de 20 millones de kilos de comida y distribuir productos a más de 500 organizaciones aliadas, entregando alimentos nutritivos.
Más de 454 mil personas han sido beneficiadas, lo que se traduce en más de 60 millones de platos de comida servidos a panameños en situación de vulnerabilidad.
Con el rescate de alimentos, evitamos su desperdicio y contribuimos con la reducción de las emisiones de metano, uno de los contaminantes causantes del calentamiento global.